Recuperando la rutina: venciendo el estrés postvacacional
El verano está llegando a su fin, y con ello, muchas personas se enfrentan al temido “síndrome postvacacional”. Este fenómeno, también conocido como “estrés postvacacional”, es una reacción emocional y psicológica que experimentamos al regresar a nuestras rutinas diarias después de un período de descanso. Es un estado de melancolía, ansiedad y estrés que puede afectar nuestra salud emocional y bienestar general.
En el Centro de Psicología Neos en Bilbao sabemos que el síndrome postvacacional es una respuesta natural del cuerpo y la mente a los cambios en nuestra rutina diaria, y hay herramientas útiles para reducir su impacto negativo. Durante las vacaciones, disfrutamos de un ambiente relajado y libre de estrés y obligaciones, donde nuestras preocupaciones cotidianas tienden a desvanecerse. Sin embargo, al regresar al trabajo o a nuestras actividades normales, muchas personas se sienten abrumadas por la transición.
Desde una perspectiva psicológica, este síndrome se puede atribuir a varios factores:
1. La Pérdida de Libertad
Durante las vacaciones, experimentamos una sensación de libertad y autonomía. Tenemos control sobre cómo empleamos nuestro tiempo y nos sentimos libres de las responsabilidades laborales y familiares. Al regresar a la rutina, esta sensación de pérdida de libertad puede ser difícil de asumir.
2. La Rutina y la Monotonía
Volver a la rutina diaria puede resultar tedioso, especialmente cuando nuestras vacaciones han sido emocionantes y llenas de aventuras.
3. La Presión Laboral
El retorno al trabajo a menudo se acompaña de una mayor presión y estrés. Las tareas acumuladas, los plazos que se avecinan y las expectativas laborales pueden contribuir al sentimiento de ansiedad.
Consejos para Superar el Síndrome Postvacacional
Los psicólogos del Centro de Psicología Neos en Bilbao, Ofrecemos algunos consejos efectivos para afrontar el síndrome postvacacional:
1. Planificación Anticipada
Antes de regresar al trabajo, es útil realizar una planificación anticipada. Organiza tu agenda, establece metas realistas y prioriza tus tareas. Tener un plan sólido puede ayudarte a sentir mayor control y reducir la ansiedad.
2. Mantén Algunos Elementos de tus Vacaciones en tu Vida Diaria
Identifica las cosas que más disfrutaste durante tus vacaciones y busca formas de incorporarlas a tu vida diaria. Puede ser tan simple como dedicar tiempo a tus pasatiempos favoritos, practicar la relajación o pasar tiempo de calidad con tus seres queridos.
3. Meditación y Mindfulness
La meditación y el mindfulness son técnicas efectivas para reducir el estrés y la ansiedad. Dedica unos minutos al día para practicar la atención plena, lo cual te ayudará a mantener la calma y afrontar los desafíos con una mentalidad más positiva.
4. Apoyo Psicológico
Considera la posibilidad de buscar apoyo psicológico profesional. Un psicólogo puede ayudarte a comprender y manejar tus emociones durante esta transición. En el Centro de Psicología Neos en Bilbao, contamos con un equipo de terapeutas que pueden proporcionarte orientación y apoyo personalizado.
5. Establece Objetivos Motivadores
Define metas personales o profesionales que te motiven a seguir adelante. Estos objetivos pueden darle un propósito a tu vida cotidiana y ayudarte a superar la sensación de monotonía.
6. Cuida tu Bienestar Físico
No subestimes la importancia del autocuidado físico. Mantén una dieta equilibrada, haz ejercicio regularmente y asegúrate de dormir lo suficiente. Un cuerpo sano contribuye a una mente sana.
7. Comunica tus Sentimientos
Habla con tus amigos y familiares acerca de tus sentimientos postvacacionales. A menudo, compartir tus emociones con personas de confianza puede aliviar la carga emocional.
8. Acepta el Cambio
Entiende que los cambios en la vida son inevitables y que adaptarse a ellos es parte del crecimiento personal. Aceptar el regreso a la rutina como una oportunidad para aprender y crecer puede ayudarte a superar el síndrome postvacacional.
En resumen, el síndrome postvacacional es una respuesta natural a la transición de las vacaciones a la vida cotidiana. Sin embargo, con una planificación adecuada, el apoyo necesario y el enfoque correcto, es posible superar este síndrome y mantener una buena salud mental. Desde el Centro de Psicología Neos, te invitamos a tomar medidas positivas para cuidar de tu bienestar psicológico y disfrutar plenamente de tu vida cotidiana. ¡Estamos aquí para ayudarte en cada paso del camino!
Leer MásEl poder de las expectativas: las profecías autocumplidas
¿De qué cosas seríamos capaces si alguien simplemente las esperase de nosotros?
La “Profecía Autocumplida”, también llamada “Efecto Pigmalión” se refiere a todos esos pensamientos predictivos falsos que tenemos, y que, una vez emitidos, se convierten con mucha probabilidad en la causa de que ese hecho se haga realidad. El mecanismo que hace funcionar las profecías autocumplidas reside en que, si creemos que vamos a tener cierto resultado, es muy posible que, inconscientemente, nuestra conducta se vaya modificando poco a poco y los esfuerzos varíen para que, finalmente, esa expectativa o creencia se haga realidad. Es decir, cuando tenemos una creencia firme respecto a alguien, algo o hacia nosotros mismos, ésta termina por cumplirse, ya que nuestra conducta se muestra coherente con las creencias que afirmamos.
Este fenómeno se da tanto a nivel individual como social y tanto con efecto positivo como negativo. Cuando las expectativas son positivas podemos obtener buenos resultados, pero cuando son negativas las consecuencias pueden ser muy dañinas para nosotros o para los demás. Hay que tener en cuenta que la profecía autocumplida afecta solo a ciertas personas y en ciertas circunstancias y su efecto es mayor cuanto más importante sea para nosotros la persona que mantiene la expectativa sobre nosotros.
Se ha estudiado cómo afecta la profecía autocumplida en muchos ámbitos de la vida humana, pero los primeros estudios que se hicieron en relación con este tema fueron en el ámbito educativo. Numerosos estudios de Rosenthal y Jacobson en 1968 demostraron que los educadores tratan de forma distinta a los alumnos según las expectativas que tienen de ellos. Si un educador tiene baja expectativa de sus alumnos, estos rendirán pobremente. En cambio, si tiene expectativas altas, el rendimiento de los niños mejora notablemente. Esto es debido a que los niños que son objeto de expectativas positivas reciben más atención (les sonríen mejor, les escuchan más, mantienen mayor contacto ocular, reciben un feedback positivo…) a diferencia de los alumnos que son objeto de expectativas negativas.
En el Centro de psicología Neos sabemos que nuestras palabras, creencias y acciones influyen tanto en los demás como en nosotros mismos y ayudamos a nuestros pacientes a trabajar para detectar esos pensamientos, prestar atención al lenguaje y etiquetas utilizadas con nosotros u otras personas, y en el caso de que sean negativas, tratar de identificar experiencias que nos permitan comprobar lo contrario a esa profecía.
Algunos de los ejemplos en relación con este tema pueden ser:
- Despertarnos pensando que nuestro día va a ser horrible y de forma inconsciente comportarnos de forma que se confirme la creencia, ignorando lo positivo que nos suceda y magnificando lo negativo.
- Si creo que voy a suspender, inconscientemente voy a modificar mi conducta para no ir lo suficientemente preparado y suspender (salir hasta tarde varios días del fin de semana, no tomar apuntes, etc).
- Si creo que una persona me va a resultar desagradable, inconscientemente me voy a comportar de forma fría y constante y esto hará que me responda de igual manera y de esta forma, mi creencia de que es desagradable quedará constatada.
- Si etiqueto el primer día de clase a un alumno como rebelde, le trataré como si lo fuese y terminaré provocando que él se comporte de esa forma para cumplir mi profecía.
- Efecto placebo: cuando una sustancia neutra (sin propiedades curativas) produce efectos beneficiosos en la persona, debido a que esa persona cree que le servirá de ayuda.
PROFECIA AUTOCUMPLIDA EN PSICOLOGIA
ESPECTATIVAS
Pensamiento acerca de lo que va a ocurrir
PREDISPOSICIÓN
Poner el foco de atención en ese pensamiento
CUMPLIMIENTO
Se cumplen las expectativas
Leer MásHijos con altas capacidades
Muchos padres y madres sospechan de altas capacidades en sus hijos, pero no siempre éstas se confirman, ya que hay que diferenciar entre niños precoces (respecto a su edad cronológica), niños con talento en ciertas áreas (música, dibujo, etc.) y niños con altas capacidades.
Los niños con altas capacidades muestran una gran curiosidad intelectual y una gran necesidad de aprender y profundizaren diferentes temáticas (incluso en cuestiones morales) desde edades muy tempranas, lo que, a su vez, les facilita adquirir extenso vocabulario. Suelen tener desarrollo avanzado en los diferentes ámbitos evolutivos (caminar, hablar, etc.), un alto nivel de actividad y una capacidad precoz para diferenciar entre la realidad y la fantasía. Por otro lado, tienden a ser personas que primero observan y después actúan según un plan lógico derivado de su análisis previo de la situación. Además, suelen ser personas sensibles y empáticas que pueden llegar a ser muy críticas y que, cuando se sobrecargan con sus sensaciones, se pueden volver reservadas. Suelen, por tanto, ser personas resolutivas, sensibles, empáticas, con alta inteligencia emocional, observadoras y analíticas.
Es conveniente saber que existen ciertas dificultades relacionadas con los niños con altas capacidades. Entre ellos, se encuentran:
- Tendencia al aburrimiento en el aula debido al desarrollo intelectual precoz. Algunos de los síntomas de alerta de esta desmotivación pueden ser: preguntar menos, interactuar poco con el profesor, bajar el rendimiento académico, no acabar sus tareas, mostrar quejas frecuentemente, etc.
- Perfeccionismo asociado a la poca flexibilidad, a la alta competitividad y a la intolerancia a la frustración. Los síntomas de alerta pueden ser: que nunca dé por acabada una tarea, no sentirse satisfecho con lo realizado, autocríticas poco realistas, metas inalcanzables, irritabilidad, ansiedad, etc.
- Dificultades de socialización, ya que suelen ser vistos Como personas diferentes debido a su creatividad y a su estilo y ritmo de aprendizaje. Los síntomas de alerta pueden ser: relacionarse solo con adultos o con pocos compañeros de clase, mostrarse extremadamente tímido, mostrarse orgulloso y despreciar a sus compañeros, no participar en las actividades del recreo, etc.
- Conflictos personales y carencia de seguridad relacionada con los desajustes entre el desarrollo cognitivo y emocional, ya que estos son independientes. Los síntomas de alerta pueden ser: muestras de tristeza, cambios bruscos de humor, inseguridad, reacciones fuertes ante acontecimientos sociales o personales, etc.
En el Centro de Psicología Neos entendemos que las dificultades previamente mencionadas no son características genéricas que puedan aplicarse a todos los niños con altas capacidades, pero, en el caso de que aparezcan, pueden dificultar la correcta adaptación social y emocional de estos niños, por lo que, en estos casos, sería recomendable comenzar una psicoterapia.
Leer MásNuestros hijos durante la edad escolar
¿Qué cambios o cuestiones son esperables en nuestros hijos durante la edad escolar (6-12 años)?
Desarrollo físico
En esta etapa se da un crecimiento continuo hasta el momento en el que comienza el desarrollo puberal (en el caso de las niñas suele ser a los 10 años y en el caso de los niños a los 12 o 13 años).
Durante estos años, suelen tener buen apetito y sus patrones de sueño se estabilizan.
Es posible que aumenten las lesiones por accidentes debido a que se participa más en actividades físicas y tienen menos supervisión por parte de los adultos
Desarrollo intelectual
En esta etapa, son capaces de clasificar, trabajar con números, manejar conceptos de tiempo y espacio y pueden distinguir con mayor claridad entre la realidad y la fantasía. Son capaces también de descentrar su pensamiento, comprender la reversibilidad y el punto de vista de los demás, lo que les permite comunicarse de manera efectiva y ser más flexibles, que a su vez les prepara para desarrollar la capacidad empática. Sin embargo, su pensamiento aún está anclado en el aquí y ahora, y esto lo limita no pudiendo hipotetizar y proyectar una línea de pensamiento hacia el futuro.
Desarrollo social, emocional y de la personalidad
A nivel de socialización, el niño comienza a integrar su vida en el espacio escolar, por lo que las relaciones con los profesores y compañeros, así como la integración de normas y la aceptación de castigos, etc.; van a influir en la imagen que el niño vaya construyendo de sí mismo y qué tan satisfecho se encuentre con la misma. Por tanto, un logro importante de esta etapa es el autoconcepto. Por otro lado, el niño comienza a regular su comportamiento no sólo para obtener lo que necesita, sino también para satisfacer las necesidades y deseos de los demás.
Es una etapa en la que están en busca de sí mismos, son capaces de ver lo que se espera de ellos y mezclan estas expectativas con la imagen que se han formado de su persona, o con la imagen que otros significativos (profesores o padres) les reflejen de ellos mismos. Esta última, servirá de espejo donde el niño verá aquello que los demás valoran y/o rechazan, impactando esta visión en su sensación de competencia y autoestima.
Además, tienen la capacidad de embarcarse en nuevas y desafiantes tareas, de las cuales es necesario que obtengan cierto nivel de satisfacción con lo logrado y que, además, estos logros sean reflejados para que surja la capacidad de competencia (capacidad para dominar las habilidades y completar los trabajos) y evitar así el sentimiento de inferioridad.
Desde el Centro de Psicología Neos entendemos que la etapa de edad escolar conlleva muchos cambios y nuevos estímulos para los niños. A su vez, somos conscientes de que saber actuar como guía en situaciones donde personas ajenas a la familia están involucradas, puede no ser fácil. Es una etapa compleja, donde se va construyendo el autoconcepto y se empieza a tener en cuenta a terceras personas, por lo que la consideramos como una parte muy importante de la base para un desarrollo adolescente y adulto sano.
Leer MásPautas para aumentar la resilencia
La resiliencia se refiere a la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas; es la capacidad de asumir con flexibilidad situaciones límite, sobreponerse a ellas y utilizarlas para crecer y desarrollar su potencial. La resiliencia puede ser aprendida, no es un rasgo de personalidad; es algo que todos podemos desarrollar. Hay muchos factores que contribuyen, como las relaciones que se establecen con el entorno, la capacidad de hacer planes realistas o la capacidad de gestionar las emociones. Algunas cuestiones que ayudan a aumentar la resiliencia son:
- Autoconocimiento. Ser consciente de las potencialidades y limitaciones de uno mismo. De esta manera se pueden trazar metas más objetivas, teniendo en cuenta tanto las necesidades de cada uno, como también los recursos que se tienen para poderlas cubrir.
- Establecer metas pequeñas, alcanzables y realistas.
- Evitar tomarse las crisis como problemas insuperables. Es conveniente pensar y saber que la mayoría de estresantes son temporales y no fijos.
- Mantener las situaciones en perspectiva, tratando de ser realista.
- Creatividad. No consiste en limitarse a pegar un jarrón roto sino en asumir que el jarrón no va a volver a ser el mismo y tratar de hacer un mosaico con los trozos rotos.
- Flexibilidad ante los cambios. Asumir que no se pueden controlar todas las situaciones y aprender a lidiar con la incertidumbre, ayuda a adaptarse a los planes y cambiar las metas si fuera necesario. Aceptar que el cambio es imprescindible.
- Ser tenaz, pero no terco. Tener motivación intrínseca que ayude a mantenerse firme y luchar por lo que se ha propuesto sin llegar a ser testarudo, ya que esta terquedad es ciega.
- Establecer buenas relaciones con el entorno. Tener un círculo social que ayude a percibir que el tiempo está bien empleado, y que se disfruta de la compañía de amigos y familiares.
- No tener miedo a tomar decisiones.
- Cultivar una visión positiva de uno mismo. La autoconfianza en las capacidades personales es fundamental para poder crecer y desarrollarse a nivel emocional.
- Hacer actividades agradables, disfrutar y desahogarse (evitando la represión emocional).
En el Centro de Psicología Neos de Bilbao somos conscientes de lo difícil que, en ocasiones, puede llegar a ser hacer frente a las adversidades de la vida y transformar ese dolor en fuerza para superarse. Sin embargo, consideramos que, con perseverancia y confianza, las personas podemos reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de las nuevas circunstancias, siendo así más resilientes y teniendo mayor conocimiento y capacidad para enfrentarnos a los retos que la vida nos depare.
Leer Más¿Qué es el hambre emocional?
La relación entre la emoción y la comida la hemos aprendido desde que somos bebés. Cuando de bebés lloramos, lo primero que se nos da es comida, que nos genera un sentimiento de protección y cuidado. Además, a medida que crecemos, existen otras fuentes de influencia social donde la alimentación cobra un papel emocional, por ejemplo, compartiendo la tarta el día del cumpleaños.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la comida genera endorfinas, que activan circuitos neuronales que producen sensación de recompensa, placer y bienestar. Por eso, si estoy triste, hay un remedio puntual y fácil que me hará sentir mejor: comer. Por tanto, la alimentación o la “comida emocional” es algo habitual, y no tiene porqué resultar negativo. El problema está cuando la comida cobra una función principal en la gestión de las emociones; por ejemplo, cada vez que estoy triste me como un kilo de helado.
Unido con lo anterior, en ocasiones, el hambre emocional se convierte en un problema llevando a las personas a sentir verdadera ansiedad por comer. La ansiedad aparece como señal de alerta, de anticipación a la situación que puede suceder; tiene una función adaptativa. Sin embargo, a veces, se experimenta como excesiva en relación a los recursos que poseemos para gestionarla y, entonces, algunas personas encuentran la vía de escape a través de la comida, llegando a comer compulsivamente o a desarrollar conductas alimentarias de riesgo.
HAMBRE FÍSICA | HAMBRE EMOCIONAL |
Se incrementa con el tiempo | Llega de repente y de forma abrupta |
Deseas variedad de alimentos | Deseas ciertos tipos de comida: altas en calorías, fritas o altamente procesadas |
Sensación de satisfacción cuando comes suficiente y es fácil detenerte | Puedes comer en exceso o tener atracones de comida y no sentirte satisfecho |
No tienes sentimientos negativos cuando comes | Te sientes avergonzado o con culpa después de que comes |
En el Centro de Psicología Neos entendemos que dentro de las causas más comunes de la alimentación emocional se encuentran las dificultades en el manejo de emociones, el aburrimiento o sentimientos de vacío, los hábitos desarrollados desde la infancia (utilizar la comida como premio o castigo), el estrés y las influencias sociales, entre otras. Consideramos la “necesidad de comida emocional” como un parche que a medio o largo plazo puede desencadenar diversas dificultades.
Leer Más¿Eres una persona introvertida?
Los seres humanos, por naturaleza somos extrovertidos o introvertidos, a pesar de que toda persona introvertida tiene algo de extrovertida y viceversa. Ser extrovertido tiende a estar asociado con algo positivo, parece lo común o lo correcto, ya que es este tipo de perfil el que más se hacen notar en la sociedad. Sin embargo, un alto porcentaje de la sociedad tiende a presentar rasgos de introversión.
Los/as introvertidos/as suelen ser personas introspectivas, autorreflexivas, silenciosas, reservadas ya las que les gusta conectar consigo mismas. Se fijan más en sus propias actitudes, sentimientos y pensamientos que en los de los demás. Muestran, por tanto, preferencia por su mundo interior. Después de asistir a un evento multitudinario de gente, los/as introvertidos/as a menudo sienten la necesidad de recargar su energía pasando un periodo de tiempo a solas.
No hay que confundir la introversión con la timidez. Son conceptos que suelen confundirse, ya que es fácil que estas dos características se den a la vez, aunque también encontramos personas introvertidas que no son tímidas.
Las personas introvertidas disfrutan mucho de encontrarse a solas consigo mismas, en grupos pequeños y no presentan problemas a la hora de comunicarse con los demás cuando lo consideran necesario. No les gusta pasar mucho tiempo interactuando con los demás, pero eso no significa que no les guste estar cerca de las personas a las que aprecian. Por el contrario, la timidez indica miedo hacia las otras personas o situaciones sociales. Una persona tímida tiende a sentir preocupación por dar una mala imagen, mientras que no es así en el caso de las personas introvertidas.
Características generales de las personas introvertidas
- Evitan estar constantemente en entornos cambiantes y complejos.
- Necesitan y disfrutan de tener tiempo a solas.
- Tienden a relacionarse con poca gente, prefieren encuentros más tranquilos e íntimos.
- Prefieren lo práctico a lo llamativo, no les gusta llamar la atención.
- Tienden a ser reservados en cuanto a su vida íntima y personal.
- Suelen mostrarse tranquilos y callados.
- Se suelen conocer bastante bien a sí mismos.
- No se dejan influenciar fácilmente por los demás (presión grupal).
- Saben escuchar a los demás y disfrutan de hacerlo.
- Tienen claras sus prioridades.
- En ambientes de confianza, liberan a su niño/a interior.
- Tienen una gran capacidad de observación.
En el Centro de Psicología Neos somos conscientes de que la introversión puede ser sentida como algo negativo desde el estigma de la sociedad, generando malestar en el individuo y un perjuicio en su salud mental y relaciones interpersonales. Tratamos de ayudar a las personas a comprender mejor qué les sucede y a permitirles sentirse con libertad de expresarse como son, más allá de lo que la sociedad espera como ejemplo de personalidad. Consiste en que cada persona pueda expresarse y relacionarse desde donde se encuentre más cómoda.
Leer MásLa comunicación en la pareja
La comunicación en la pareja es una de las bases para el bienestar de la relación. Una de las mayores diferencias entre las parejas que sobreviven a los problemas y las que no, suele estar en el estilo comunicativo (hábitos de comunicación) que utilizan.
Es importante no dar por hecho. Hablar, discutir, negociar, compartir, expresar y conocer los pensamientos y las reflexiones de forma recíproca son cuestiones imprescindibles para que cada uno conozca lo significativo para el otro. La comunicación en pareja tiene sus propias reglas emocionales, tiene su propio estilo. Consiste en desarrollar un lenguaje con el que fluya la expresión emocional de los sentimientos, deseos, intenciones, para que se comprenda el afecto y la importancia que tiene para cada uno lo que se expresa. Tiene mucha relación, por tanto, con el desarrollo de una comunicación empática y asertiva, que se refiere a la habilidad de expresar y transmitir ideas u opiniones de forma clara, respetuosa, valorando las opiniones y los sentimientos ajenos.
Para mejorar la comunicación en pareja hay que tener en cuenta varios aspectos:
- Intentar buscar un momento cada día para hablar en pareja.
- Quien envía el mensaje, tiene que tener claro qué quiere decir y el objetivo de tratar ese tema.
- Los mensajes han de formularse con un tono positivo y constructivo, cuestión que tiene mucho que ver con los mensajes yo, que es muy importante utilizar con frecuencia: “yo me siento, a mí me gustaría…”
- Es mejor que los mensajes sean breves, claros y concisos.
- Es importante cuidar el lenguaje gestual y la proximidad física, evitando gestos que puedan parecer agresivos.
- Aprender a hablar y a escuchar, respetando los turnos sin imponer ni que la conversación se convierta en un monólogo.
- Acoger las emociones y hacerlo saber: “te entiendo”.
- Reconocer lo positivo y expresar cómo cada miembro se siente.
- La importancia de saber pedir perdón y saber aceptar las disculpas.
En el Centro de Psicología Neos entendemos que la comunicación en pareja es predictora del éxito de una relación. A pesar de que existan momentos conflictivos, las parejas exitosas se caracterizan no por la ausencia de los mismos, sino por su capacidad para solventarlos adecuadamente a través de una comunicación sincera y eficaz.
Leer Más¿Estamos motivados?
¡Cuántas veces nos habrán hecho esta pregunta! Parece que solo pensamos en la motivación cuando sentimos que no tenemos ganas de hacer nada, cuando estamos “desmotivados” pero, ¿qué es la motivación y qué hay detrás de este concepto?
La motivación es el proceso EMOCIONAL que inicia, guía y mantiene las conductas de una persona orientadas a lograr un objetivo o satisfacer una necesidad. Hay diferentes tipos de fuentes de motivación: sentirnos bien, obtener un premio, dejar de sentirnos mal, huir de un castigo, etc.
Por tanto, y en relación con lo anterior, existen dos tipos de motivación: intrínseca y extrínseca. La motivación intrínseca tiene que ver con uno mismo (superar un reto personal, acercamiento al propósito de vida…) y la extrínseca con iniciar o mantener una conducta por un beneficio que viene de fuera (salario, obtener reconocimiento de otra persona…). Cada una de éstas, tiene sus pros y sus contras, por lo que, el secreto consiste en encontrar el equilibrio entre ambas.
Para encontrar ese equilibrio, tal vez necesitemos convertir la motivación extrínseca en intrínseca, pero ¿cómo? Asumiendo el control de la situación y tratando de conseguir los logros que nosotros consideramos importantes (no los que se nos enseña a nivel externo).
A veces ocurre que no percibimos correctamente el control que tenemos sobre una tarea o una situación concreta. Por ejemplo: Querer ser el/la mejor en matemáticas y que me halaguen por ello. Cuando creemos que una situación depende de nosotros, pero no es así, si no obtenemos el resultado esperado surge la frustración y la indefensión aprendida, lo que lleva a la desmotivación (si no me halagan, me frustro). Cuando la situación sí depende de nosotros pero no obtenemos los resultados esperados (mejorar en matemáticas), surgen sentimientos de culpa y desánimo, que pueden ayudar a motivarnos. Por tanto, es importante analizar: ¿De quién depende o quién tiene el control de la situación?
Por otro lado, existen ciertas dificultades comunes a la hora de motivarnos a nosotros mismos:
- Puede que la tarea o el objetivo esté muy dilatado en el tiempo (p.ej., estudiar una oposición). En este caso, podría ser útil subdividir la tarea en pasos e ir dándonos pequeñas recompensas a nosotros mismos.
- Podemos tener un choque con las expectativas. En este caso, es imprescindible recordar y tomar conciencia de qué depende de nosotros y qué no, y tratar de enfocar la situación desde un propósito personal.
- Podemos caer en el error de querer y creer que debemos estar siempre motivados. En estos casos, hay que tener en cuenta que, a veces puede ser beneficioso parar para reparar y permitirnos momentos de desmotivación. Es una buena forma de coger impulso para continuar con mayor motivación personal.
En el Centro de Psicología Neos tenemos en cuenta que, muchas veces, no es fácil percibir el control de manera objetiva y que, además, existen muchos momentos en los que es complicado encontrar motivación, encontrar respuestas a preguntas como: “¿para qué me levanto cada día? ¿para qué hago lo que hago? ¿para qué me esfuerzo?” … Para poder responder a estas preguntas, en nuestro centro contamos con diferentes herramientas y técnicas para, poco a poco, ir aprendiendo a manejar la motivación de una forma satisfactoria, y sea un impulso y un motor que nos anime a mejorar y a avanzar en nuestro desarrollo personal.
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Cómo enfrentarse a la adolescencia de los hijos
La adolescencia es una fase evolutiva que se da entre la infancia y la edad adulta. Durante este tiempo, la persona experimenta cambios de distinta índole (físicos, emocionales, sociales…)que tiene como consecución establecer su identidad adulta.
Todos esos cambios se manifiestan de una forma tan brusca y rápida que, muchas veces, la persona no es capaz de procesarlos, pudiendo generar periodos de gran inestabilidad emocional.
Algunos de los cambios que sufren los adolescentes son:
- Cambios físicos: transformaciones puberales (que causan extrañeza ante el propio cuerpo, angustia ante eyaculaciones, primeras reglas, etc.) y primeras manifestaciones de la sexualidad.
- Cambios emocionales: nuevas posibilidades intelectuales y afectivas, búsqueda y consolidación de la propia identidad, búsqueda de autonomía, necesidad de experimentar, desarrollo de las competencias referentes a la gestión emocional…
- Cambios en la relación con los padres: búsqueda de personas fuera de la familia (amigos), conflictos para encontrar una distancia adecuada de los padres, etc.
- Cambios referentes a factores sociales: alta necesidad de sentirse vinculado en un grupo de iguales (existe una indeterminación en cuanto a la duración de las relaciones, el rol que cumplir y el futuro), desarrollo de la competencia social, crecimiento y consolidación de la autoestima, inicio de las relaciones sexuales, búsqueda de figuras de referencia…
Teniendo esto en cuenta, en ocasiones, resulta complicado establecer la frontera que marca cuándo debemos preocuparnos por el comportamiento de un adolescente y cuándo es una manifestación representativa de la adolescencia. En el Centro de Psicología Neos, tratamos de dar apoyo a aquellas familias con hijos que se encuentran en esta etapa tan importante, ayudando a gestionar los conflictos propios de la adolescencia y a establecer esa frontera, aportando soluciones para que nuestro hijo se desarrolle positivamente y la relación con sus padres se vea fortalecida.
Estas son algunas de las pautas que los padres podemos hacer para ayudarles:
- Crear y un entorno familiar seguro donde puedan expresar lo que sienten sin sentirse juzgados y si, escuchados y comprendidos.
- Dar muestras de cariño explícitas a pesar de que los adolescentes, a menudo, se muestran ariscos.
- Dar ejemplo con el manejo de las emociones personales, siendo un referente para ellos.
- No minimizar o bromear con sus comportamientos o inseguridades de adolescentes.
- Fomentar su autoestima.
- Establecer normas claras y razonables evitando el autoritarismo.
- Evitar los tabús a la hora de hablar de temas delicados que les afectan: sexo, adicciones, violencia de género, identidad sexual… proporcionándoles la máxima información.
- Presentar, los dos progenitores, un frente común en el modelo de educación, sin discrepancias que puedan confundir al adolescente.
- Animarles, a que poco a poco, vayan siendo independientes y autónomos.
- Involucrarlos en los deberes de la vida familiar cotidiana para fomentar su responsabilidad
- Estar alertas a su gestión de todos los cambios que están viviendo: físicos, psicológicos y emocionales y si se advierte alguna dificultad, obtener la ayuda profesional de un psicólogo cuanto antes.
Los adolescentes pueden manifestar una gran variedad de problemas. Si quieres leer más sobre este tema, puedes pinchar aquí.
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