La depresión persistente: cómo lidiar con la depresión que no se va
La depresión persistente, también conocida como trastorno depresivo mayor crónico o distimia, es una forma de depresión que se caracteriza por una tristeza constante y una pérdida de interés en las actividades diarias que persiste durante al menos dosaños en adultos y un año en niños y adolescentes. Esta condición puede afectar gravemente la calidad de vida de quienes la padecen y, a menudo, requiere tratamiento psicológico por parte de un profesional de la psicología.
En comparación con la depresión mayor, que se caracteriza por episodios de tristeza profunda y desesperanza que pueden durar semanas o meses, la depresión persistente se presenta con síntomas menos intensos, pero que pueden durar varios años. Además, la depresión persistente no suele incluir síntomas de deterioro cognitivo, como dificultad para concentrarse o problemas de memoria, que a menudo se observan en la depresión mayor.
Otra característica única de la depresión persistente es que los síntomas pueden comenzar en la infancia o la adolescencia, lo que puede hacer que los pacientes consideren sus síntomas como “normales” y no busquen tratamiento durante años.
Una de las características exclusivas de la depresión persistente es que los síntomas pueden no ser tan graves como los de la depresión mayor, pero son de larga duración. En lugar de experimentar episodios de depresión intensa, las personas con depresión persistente pueden sentirse “bajas de ánimo” o tristes durante gran parte del día, la mayoría de los días.
Otra característica distintiva de la depresión persistente es que los síntomas pueden ser menos específicos que los de la depresión mayor. Las personas con depresión persistente pueden experimentar síntomas como fatiga, falta de energía, dificultad para dormir, disminución del apetito y pérdida de interés en las actividades diarias. Estos síntomas pueden ser menos evidentes que los síntomas más intensos y específicos de la depresión mayor, como la pérdida de peso, los pensamientos suicidas y las alteraciones en el sueño.
Finalmente, la depresión persistente también puede ser menos reconocida y diagnosticada que otros tipos de depresión. Debido a que los síntomas pueden ser menos específicos y más crónicos, las personas con depresión persistente pueden no buscar tratamiento o no ser diagnosticadas adecuadamente. Es importante que las personas que experimentan síntomas de depresión persistente busquen ayuda profesional de un psicólogo y un psiquiatra capacitado para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
En el Centro de Psicología Neos, entendemos que la depresión persistente es un trastorno complejo que puede tener múltiples causas y factores de riesgo. Algunos de los factores de riesgo más comunes incluyen la historia familiar de depresión, la exposición a situaciones estresantes y la presencia de otras enfermedades mentales o físicas. También se ha demostrado que ciertos rasgos de la personalidad, como la baja autoestima y la tendencia a la autocrítica, pueden aumentar el riesgo de desarrollar depresión persistente.
Entre las causas de la depresión persistente se encuentran los desequilibrios químicos en el cerebro, especialmente en los niveles de serotonina, noradrenalina y dopamina. Estos desequilibrios pueden ser el resultado de factores genéticos, cambios hormonales o eventos estresantes en la vida de una persona.
Los síntomas de la depresión persistente pueden variar de una persona a otra, pero a menudo incluyen sentimientos de tristeza y desesperanza, falta de energía y fatiga, pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban, cambios en los patrones de sueño y apetito, y dificultades para concentrarse y tomar decisiones. También puede haber síntomas físicos como dolores de cabeza, problemas digestivos y dolores musculares.
En el Centro de Psicología Neos, tratamos a pacientes con depresión persistente mediante un enfoque personalizado y basado en la evidencia. Nuestros psicólogos utilizan diversas técnicas terapéuticaspara ayudar a los pacientes a desarrollar habilidades para manejar sus síntomas y mejorar así su calidad de vida.
Con estos pacientes, hay que enseñarles a cambiar patrones de pensamiento negativos y dotarles de habilidades para manejar las emociones y el estrés.Además, hay que ayudarles a mejorar las relaciones interpersonales y la comunicación, aceptando sus sentimientos y emociones negativas para encontrar formas de vivir una vida significativa.
Además de la terapia, los pacientes con depresión persistente pueden necesitar medicamentos antidepresivos para ayudar a equilibrar los niveles químicos en el cerebro. Estos medicamentos deben ser recetados y supervisados por un médico, y pueden tardar varias semanas en comenzar a hacer efecto.
Es importante recordar que la depresión persistente es una enfermedad real y no es algo que una persona pueda superar simplemente con fuerza de voluntad o pensamiento positivo. Si usted o alguien que conoce está experimentando síntomas depresivos, no dude en acudir a un especialista.
En el Centro de Psicología Neos, contamos con psicólogos altamente capacitados para diagnosticar y tratar la depresión persistente y otros trastornos del estado de ánimo.
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